Bitcoin, Ethereum o Dogecoin son algunas de las criptodivisas más famosas y su popularidad, ganada gracias a la tecnología blockchain, ha llamado la atención tanto de defensores como de detractores. Analizamos cómo funcionan, qué es el blockchain y por qué ha supuesto una revolución.

Cuando una de las obras más icónicas del artista británico Banksy se subastó a mediados de mayo en la sala Sotheby´s de Nueva York su gran acogida no fue ninguna sorpresa, pero si la obra se hizo especialmente famosa en las noticias durante aquella semana fue porque la operación tuvo una particularidad: además de dólares, el método de pago convencional en este establecimiento, la casa de subastas aceptó el pago en criptomonedas como Bitcoin (BTC) o Ether (ETH).

Era la primera vez que se realizaba el experimento y los resultados hablaron por sí solos: Love Is in the Air, la obra subastada, terminó alcanzando un precio equivalente a los 10,6 millones de euros. Eso sí, el comprador tuvo que abonar en dólares las tasas habituales de la casa de subastas, por lo que en la operación se utilizaron ambos tipos de divisas en un movimiento histórico.

Sin embargo, las criptomonedas cada día se alejan más de ser una particularidad y han levantado un gran revuelo en los últimos años. Bien sea por el apoyo de Elon Musk a Dogecoin (DOGE), una de las principales competidoras de Bitcoin, o por la fluctuación del valor de cotización de estas divisas, las criptomonedas están dejando de ser un elemento extraño en las noticias.

¿Qué son las criptomonedas?

Las criptomonedas, en esencia, son monedas digitales que utilizan métodos de criptografía para asegurar las transacciones. Esto significa que es un sistema descentralizado en el que mediante la tecnología blockchain, también conocida como cadena de bloques, cada agente de la red garantiza la seguridad y el equilibrio de las transacciones, alejando el modelo de los bancos centrales tradicionales.

De este modo las criptomonedas eliminan el papel del intermediario en todas las transacciones, acelerando cada proceso dentro de una red en la que todos los usuarios velan por el buen funcionamiento del entramado.

¿Cuáles son las principales criptomonedas?

El modelo ha cautivado la atención de muchas personas dispuestas a invertir en criptomonedas, pues su valor de cotización ha crecido notablemente en los últimos años. Dogecoin, Bitcoin o Ethereum son algunas de las más famosas y también forman parte de la lista de criptomonedas con mayor capitalización de mercado:

¿Qué es la tecnología blockchain?

«Blockchain es una tecnología basada en una cadena de bloques de operaciones descentralizada y pública. Esta tecnología genera una base de datos compartida a la que tienen acceso sus participantes, los cuáles pueden rastrear cada transacción que hayan realizado. Es como un gran libro de contabilidad inmodificable y compartido que van escribiendo una gran cantidad de ordenadores de forma simultánea», explica Javier Sáez, Inbound & Growth Manager de la escuela de negocios IEBS.

Sin embargo, es necesario tener en cuenta la diferencia entre blockchain y las criptomonedas. Mientras que blockchain es la tecnología descentralizada que permite almacenar información en forma de bloques de datos que se disponen seguidamente en una cadena, una criptomoneda es una de las formas más reconocidas de implementar una red blockchain.

Esta revolución surgió en el momento de una crisis histórica sin precedentes: corría el año 2008 cuando un grupo de expertos en criptografía – también llamados cryptopunks – comenzó a teorizar sobre la descentralización de las finanzas. Desarrollaron un método a través del que se verificaban las transacciones sin tener que depender de intermediarios que las registraran y el sistema se pasó a conocer como cadena de bloques.

¿Qué es Bitcoin?

Bitcoin (BTC) es la criptomoneda más antigua de todas y nació en el año 2009 de la mano de Satoshi Nakamoto, una persona o grupo de personas de quien se desconoce la identidad, que describió a este tipo de moneda virtual como «un sistema de dinero electrónico de igual a igual», tal y como se bautiza en el documento fundacional de Bitcoin.

En el manifiesto se dan algunas de las claves de su funcionamiento: «el sistema permitirá que los pagos en línea sean mandados directamente de una parte a la otra sin necesidad de pasar por una institución financiera». En el documento también se añade que las firmas digitales son parte de la solución, pero hace hincapié en que los principales beneficios del sistema se pierden si una tercera parte es requerida para prevenir un gasto doble. Entonces, ¿cómo se evita depender de una tercera parte en el intercambio? El documento da con una de las claves: «proponemos una solución para evitar el problema de los gastos duplicados mediante el uso de una red entre iguales, que marca cada transacción y la incluye en una cadena donde se forma un registro. Este no puede ser cambiado sin rehacer de nuevo cada uno de los registros de cada transacción».